miércoles, 3 de abril de 2013


Esta semana se nos pidió ver el siguiente video "Consideraciones al aprender a la distancia".

Respecto a este video puede decir que me gusto el que se hablara de que hay que fomentar el contacto con fuentes de información valiosas o con personas que saben del tema. así como en que hay que lograr una autonomía como mecanismo para aprender a lo largo de la vida y que hay que innovar en el modo en que aprendemos.

También me convoca a que la actividad de aprendizaje en red que se desarrolle se encuentra debidamente mediada y que el procesos de acompañamiento y retroalimentación sea efectivo de manera que el alumno se sienta escuchado, esto también se comento el día se nuestra sección sincrónica.

Respecto a que actividad voy a desarrollar será sobre la utilización de los métodos de Euler y de Runge-Kutta de segundo orden para la solución de ecuaciones diferenciales ordinarias en problemas de valor inicial. aun que los alumnos tiene un libro de texto donde se encuentran descritos claramente los métodos esta semana de daré la tarea de buscar recurso en la web que les pueda recomendar para complementar la información del libro. 

También creo que respecto a lo de favorecer el autonomía, lo podré lograr la actividad ya que el problema que les pretendo asignar para resolver tendrá la solución analítica las cual la podrán comparar con la solución numérica que ellos deberán obtener y verificar si esta utilizando el método de manera adecuada para resolver el problema. 

Espero sus comentarios.




2 comentarios:

Unknown dijo...

Tus propuestas me dan luz, ya que somos de área común.
Estaré muy al pendiente de tus avances.

Lorelí dijo...

Hola David:
Un elemento que me parece ayuda para lograr esa autonomía en la revisión de mi proceso de aprendizaje y del producto que logro, es tener referencias sobre el logro y sobre el procedimiento, de manera que yo estudiante pueda contrastar lo que hice con lo esperado y también ver cómo lo hicieron otros. ¿Cómo te estás imaginando este elemento? Saludos y seguimos, Lorelí